El presidente de Ecuador, Rafael Correa, insistió ayer en calificar de "intento de golpe de Estado" la crisis desatada durante la revuelta policial del pasado jueves en Quito y aseguró que, tras fracasar la supuesta asonada, los "golpistas" pusieron en marcha el "plan B", que no era otro que "matar al presidente".

Según dijo Correa, el vehículo blindado en el que salió del hospital tras ser rescatado recibió hasta cinco impactos de bala. El Gobierno ecuatoriano, que ha cambiado a toda la dirección de la policía, elevó ayer a 8 el número total de muertos y a 274 los heridos en los acontecimientos del jueves en la capital y en otras ciudades del país.

MUCHOS INFILTRADOS A pesar de que todavía no está claro si Correa fue o no objeto de un golpe de fuerza organizado, el presidente volvió a acusar a la oposición de instigar "la intentona golpista". "Había muchos infiltrados de partidos conocidos para conspirar", señaló. Correa mencionó una vez más como uno de los responsables al expresidente y exmilitar Lucio Gutiérrez, líder del opositor partido Sociedad Patriótica.

El ministro de Exteriores, Rafael Patiño, por su lado, advirtió de que el peligro no ha pasado todavía. "Hay preocupación. Las raíces del intento de golpe de Estado están todavía en alguna gente y, por tanto, no podemos estar tranquilos", aseguró. El país continúa, pues, bajo el estado de excepción.

Gutiérrez, que se encuentra en Brasil como observador de las elecciones convocadas para hoy, negó "de manera categórica las acusaciones falsas, temerarias y cobardes" de Correa.

"MATON DE BARRIO" "No hubo ningún golpe, sino una protesta de policías a los que no les alcanza el salario, y que fue usada por el presidente para presentarse como víctima y esconder los escándalos de corrupción", declaró el exmilitar a la agencia Efe. Gutiérrez, que al igual que el resto de la oposición acusa a Correa de autoritarismo, definió al dirigente ecuatoriano como un "matón de barrio" que ha intentado, afirmó el líder opositor, "sacar provecho mediático".

Fuentes del partido encabezado por Gutiérrez dijeron ayer que en el operativo militar que rescató del hospital a Correa, donde estuvo secuestrado durante once horas, participó la misma hija de Gutiérrez, la subteniente Karina Gutiérrez, y uno de sus primos, el mayor del Ejército Roberto Vargas.