El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, anunció hoy que espera confirmación para acompañar mañana, domingo, al depuesto gobernante hondureño, Manuel Zelaya, en su regreso a Tegucigalpa.

"El presidente Zelaya piensa regresar mañana a su país y me ha pedido que lo acompañe... Si la invitación sigue en pie, esta noche viajaría a Washington", para formar parte de la delegación internacional que le acompañará, aseguró Correa, en su habitual informe sabatino.

En Honduras, dijo Correa, "hay un levantamiento popular impresionante", por hondureños que "se sienten apoyados por la comunidad internacional, donde las Fuerzas Armadas no saben ya cómo controlar a la población, donde ese gobierno de facto (de Roberto Micheletti) se derrumba en pedazos".

No obstante, Correa advirtió de que, "por su puesto que hay riesgo pero... Si algún torpe nos mete un balazo, le hará un favor a la revolución ciudadana (su programa de Gobierno), porque significa que la revolución ciudadana durará mil años en este país", bromeó.

"Honduras sería una gran tierra para morir, la tierra de Morazán... Yo, sinceramente, no le tengo miedo a morir, sólo le tengo miedo, un poco, a dejar sola a mi familia. Ojalá entiendan bien mis hijos y mi esposa la misión que Dios, el pueblo ecuatoriano, los pueblos latinoamericanos nos han dado", apostilló el mandatario.

Sobre el apoyo internacional a Zelaya, Correa recordó la "contundente" respuesta de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA) y la condena que el Grupo de Río hizo a lo que calificó como "brutal" golpe de Estado en Honduras, también criticado por Naciones Unidas.

Por todo ello, reiteró, "si se confirma la invitación", viajará a Washington para integrar la comisión internacional junto con la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, y el de Paraguay, Fernando Lugo.

Un sarcástico Correa opinó que el golpe de Estado en Honduras se produjo por "el atrevimiento del presidente Zelaya de llamar el pasado domingo a una encuesta, que no tiene poder vinculante" para ver si el pueblo se pronunciaba en las elecciones de noviembre sobre una Asamblea Constituyente que elabore una nueva Carta Magna.

"Esas son las revoluciones pacíficas que se están dando en América Latina, pero las oligarquías tiemblan" con esos cambios, añadió.

Los grupos de poder "son tan torpes, que no entienden lo que dijo el mismo (John F.) Kennedy en los años sesenta: si cortamos el paso a las revoluciones pacíficas (...) lo que estamos haciendo es abriendo el camino a las revoluciones violentas, porque América Latina no aguanta más", agregó.

"El presidente Zelaya tiene que regresar a su legítimo cargo, sin condición alguna y lo más rápidamente posible que se pronuncie el pueblo hondureño" sobre la posibilidad de una Asamblea Constituyente, afirmó el mandatario ecuatoriano.