En noviembre del 2004, un vídeo dio la vuelta al mundo y EEUU se vio inmerso en uno de los muchos escándalos que le ha reportado la invasión de Irak. Un marine disparó a sangre fría y mató a un insurgente iraquí que yacía en el suelo herido y que se encontraba desarmado. "El jodido finge estar muerto" se oyó decir al marine. "Ahora sí que está muerto" añadió el soldado después de acribillarle. El incidente ocurrió en Faluya, ciudad suní rebelde tomada por Estados Unidos meses antes durante una operación de asalto que causó la muerte a cientos de civiles.