“Así son las cosas, cambiantes”. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner, que en octubre del 2011 obtuvo su reelección con el 54% de los votos, hizo el domingo por la noche malabarismos para reconocer que no le fue muy bien en las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO), una suerte de encuesta que permite conocer con bastante precisión las preferencias de la sociedad en los comicios parlamentarios que se celebrarán en dos meses. CFK aseguró que el Frente para la Victoria (FPV) sigue siendo la fuerza que más adhesiones recibe a nivel nacional y que, cara a las parlamentarias del 27 de octubre, no solo mantendría su primacía en las cámaras de diputados y el Senado sino que, podría llegar a ampliarla.

Como si fuera otro mundo y no la misma Argentina, la oposición, en sus diferentes expresiones, consideró que la presidenta fue la gran derrotada de las PASO. Las noticias más aciagas provinieron de la provincia de Buenos Aires, el distrito donde se concentra un tercio del electorado de todo el país. Allí, Sergio Massa, que hace pocos meses abandonó el oficialismo, derrotaba a Martín Insaurralde, el candidato a diputado de Cristina Fernández, por unos cinco puntos de diferencia, al computarse la mitad del padrón (34% contra 24,5% de los votos). El kirchnerismo fue a su vez vencido en los grandes centros urbanos. Si bien la suma total de las 23 provincias convierte al FPV en el “ganador” de las primarias, el horizonte no parece ser el más auspicioso para las aspiraciones de la presidenta.

“La primera lectura de las elecciones primarias parece clara: el Gobierno registró un fuerte retroceso; perdería en la provincia de Buenos Aires por estrecho margen y sufre derrotas muy amplias en Capital, Córdoba y Santa Fe, los otros grandes distritos del país. Su sello electoral, el Frente para la Victoria, se transforma en la primera minoría electoral, muy lejos de la rotunda condición mayoritaria con la que emergió hace dos años. Y queda de hecho clausurado el proyecto de segunda reelección de Cristina, soñado como única tabla de salvación por muchos funcionarios y dirigentes temerosos de quedar a la intemperie”, comentó el diario 'Clarín'. Más que la reelección, el Gobierno tiene otra inquietud más urgente: preservar la hegemonía parlamentaria y que los próximos dos años pueda mantener las riendas de la política. En pocas horas tendrá un panorama más preciso.

Contra la inseguridad y la inflación

“Quienes nos acompañaron dijeron basta a la confrontación”, dijo Massa, con los resultados en la mano. El alcalde de la localidad bonaerense de Tigre agradeció a los bonaerenses que “eligieron una fuerza política que los represente en la lucha contra la inseguridad, en al lucha contra la inflación, en la lucha contra los impuestos injustos". Massa no solo se ha propuesto desafiar el liderazgo de CFK en las parlamentarias sino presentarse como una alternativa dentro del peronismo. No por azar su partido se llama Frente Renovador. "Vamos a cuidar la autonomía de nuestro Poder Judicial y de la Corte Suprema y que la Constitución se respete como valor central y no se modifique de ninguna manera; esas son dos cosas centrales”, dijo.

La presidenta le respondió sin nombrarlo. Señaló que faltan dos meses de campaña electoral y que 'su' candidato, Insaurralde, que eligió a dedo, era, hace dos meses prácticamente desconocido. Hay, a su criterio, tiempo para remontar la cuesta. “No esperen que prometamos cosas que no vamos a cumplir. Tenemos la responsabilidad de gobernar en un mundo complejo”, dijo, en la noche del domingo. Frente a sus partidarios, se permitió evocar al extinto Néstor Kirchner. Recordó que, cuatro años atrás, en las parlamentarias de 2009, su difunto esposo perdió en la provincia de Buenos Aires y no dudó en admitir el traspiés. Pero, dos años más tarde, el kirchnerismo se recuperó y CFK fue reelegida.

Denuncias de corrupción

La bonanza económica le permitió superar esas adversidades. El escenario actual es diferente. Parte de la clase media que entonces la apoyó, y fue determinante para que alcanzara un 54% de los sufragios en 2011, hoy le da la espalda por una variedad de razones, entre ellas, la inflación, las dificultades para comprar dólares y el impacto de las denuncias de corrupción que propagan los medios enfrentados con el Gobierno.

Otras de las novedades políticas de las PASO fue el desempeño de UNEN, una coalición de centro-izquierda que, sumados los votos de todos sus candidatos, se convirtió en las fuerza más votada en la capital federal. Para, Elisa Carrió, una pertinaz denunciante del Gobierno, que encabezará la lista de diputados de esa alianza de diferentes partidos, los habitantes de la ciudad de Buenos Aires han reaccionado finalmente contra el "autoritarismo feroz y despiadado" de la presidenta.