Los rebeldes libios tienen detenidos a cientos de prisioneros en Trípoli, entre los que hay un gran número de extranjeros, según aseguró un portavoz del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Steven Anderson.

"La mayoría de los prisioneros son africanos subsaharianos", señaló Anderson en declaraciones recogidas por la agencia de noticias suiza ATS.

Un gran número de los residentes subsaharianos en Libia han sido enrolados como mercenarios dentro de las fuerzas leales al coronel Muanmar el Gadafi, por lo que las organizaciones internacionales han expresado ya su inquietud ante la posibilidad de que sean víctimas de represalias.

Los delegados del CICR, acompañados de un médico, pudieron visitar el domingo a 62 de esos detenidos, después de que a comienzos de la semana pasada pudieran tener acceso a otra decena de detenidos.

En este sentido, el portavoz de la Cruz Roja valoró positivamente el diálogo establecido con las fuerzas rebeldes, que les han permitido acceso a estos prisioneros. "Desde la Cruz Roja queremos visitar lo antes posible al mayor número de prisioneros con el fin de verificar los motivos de su detención", agregó Anderson.

Preguntado por las informaciones que apuntan a ejecuciones sumarias de los detenidos por las fuerzas leales a Gadafi en su retiro de la capital, el portavoz ha rehusado pronunciarse. Sin embargo, sí que ha asegurado tener constancia de que muchos de estos prisioneros de Gadafi se han escapado o han sido liberados y han podido volver a sus casas por sus propios medios.

Respecto a la situación de emergencia médica que se vive en los alrededores de la capital libia, Anderson señaló que desde hoy dos equipos quirúrgicos de cuatro personas cada uno, proporcionados por la Cruz Roja, operan en el hospital de Sbea, al sureste de Trípoli y cerca del aeropuerto donde hay numerosos heridos.

Además, el CICR fletó este fin de semana desde Malta un barco a la capital libia con material médico para atender hasta a 500 heridos, con lo que la organización habría mandado ya suministros médicos para atender a un millar de heridos.