En una trascendente votación, los 192 países firmantes de la Convención de Ginebra y las 183 sociedades nacionales de la Cruz Roja y la Media Luna Roja aprobaron la madrugada de ayer la inclusión de la Estrella Roja de David israelí y la Media Luna Roja palestina dentro del movimiento humanitario. Para ello ha sido necesario reformar los estatutos para crear un nuevo símbolo --el Cristal Rojo-- y para admitir a una sociedad nacional sin Estado, como es el caso palestino.

Para Israel, la votación pone fin a una exclusión de más de 60 años, mientras que para los palestinos supone un reconocimiento internacional e implica acuerdos con Israel para facilitar su trabajo en los territorios ocupados. Pese a ello, la decisión no fue fácil, ya que los países musulmanes se opusieron al ingreso israelí, y fue necesaria una votación en lugar del consenso con el que suele trabajar el movimiento.

El rechazo a la Estrella Roja de David tenía dos motivos. El primero era simbólico, ya que el Estado hebreo no aceptaba ni la cruz ni la media luna y el movimiento no quería ampliar su simbología. El segundo motivo era político, y obedecía a la negativa de muchos países árabes y musulmanes a reconocer la ocupación israelí de los territorios palestinos y, en algunos casos, la existencia de Israel.