La ofensiva israelí contra Gaza y Cisjordania ha destruido parte de la red eléctrica palestina y otras infraestructuras, y se ha saldado con la detención de 64 miembros de Hamás, incluidos 10 ministros y 20 diputados. Ehud Olmert justifica los hechos como respuesta a los secuestros de israelís llevados a cabo por milicias de Hamás. Una respuesta excesiva y contraria al derecho internacional que amenaza con llevar el conflicto al borde del abismo. No se puede condenar a todo un pueblo por las acciones perpetradas por grupos extremistas y, hoy, la situación de Gaza ya es más que desesperada. Parece que cualquier avance --y el acuerdo entre Mahmud Abbas y Hamás que reconoce implícitamente al Estado de Israel lo es-- es rápidamente abortado por las acciones punitivas de Israel. Hasta cuándo la comunidad internacional asistirá impasible a las acciones de un Estado que se coloca fuera de la ley y, olvidando lo que es un Estado de derecho, aplica la ley del talión a víctimas inocentes.

*Catedrático de Historia.