Segundos fuera. Israelís y palestinos ya tienen en sus manos la hoja de ruta , el plan de paz que elaboró el Cuarteto (ONU, UE, EEUU y Rusia) el año pasado y que, desde entonces, por una razón u otra, había permanecido en la nevera. El documento, que prevé la creación de un Estado palestino en el año 2005, fue entregado ayer a ambas partes por los representantes internacionales, en un intervalo de menos de una hora.

El coordinador de la ONU para Oriente Próximo, Terje Roed-Larsen, hizo entrega del plan al nuevo primer ministro palestino, Abu Mazen, en Ramala. Roed-Larsen iba acompañado del enviado de la UE, Miguel Angel Moratinos, y de representantes diplomáticos de EEUU y Rusia.

Apenas una hora antes, el embajador de EEUU en Israel, Daniel Kurtzer, había entregado un ejemplar del plan al primer ministro israelí, Ariel Sharon, en un encuentro que ambos celebraron en la residencia del mandatario hebreo, en Jerusalén.

APROVECHAR LA OPORTUNIDAD

El documento, que consta de ocho páginas, contiene una serie de medidas preliminares para reconstruir la confianza entre las partes, entre ellas el cese de los atentados terroristas, por parte palestina, y el repliegue del Ejército israelí en distintas zonas de Cisjordania y Gaza. El enorme retraso que ha sufrido la presentación del plan plantea, sin embargo, interrogantes sobre la viabilidad de los plazos.

El pistoletazo de salida del tan esperado plan desencadenó una cadena de felicitaciones internacionales y llamamientos diplomáticos, dirigidos tanto a los israelís como a los palestinos, para que aprovechen la oportunidad. En una declaración leída por el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, el presidente de EEUU, George Bush, instó a ambas partes a "reencontrar el camino de la paz". La presidencia griega de la UE pidió, también a ambas partes, que "marginen a los elementos extremistas que existen en sus sociedades". El presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, subrayó que la publicación del documento constituye "un importante factor de estabilización de la región". Llamamientos similares llegaron también desde Moscú, Londres y Berlín.

La Autoridad Nacional Palestina (ANP) se declaró "deseosa" de aplicar la hoja de ruta , según las palabras de su ministro de Exteriores, Nabil Shaat, quien exhortó a los representantes internacionales al envío inmediato de observadores para supervisar el proceso.

EL SUICIDA

Un mensaje muy distinto dieron los movimientos radicales islamistas palestinos Hamas y Yihad Islámica, que rechazaron tajantemente el plan. Ismail Haniya, responsable de Hamas en la franja de Gaza, dijo que su organización se opone el plan porque puede "convertir el conflicto israelo-palestino en un conflicto interpalestino". Por su parte, Mohamed al- Hindi, responsable de la Yihad Islámica, dijo que el plan obliga a los palestinos a hacer "concesiones gratuitas".

El rechazo de los radicales quedó evidenciado de forma más elocuente horas antes cuando, la pasada madrugada, un atentado suicida se cobró la vida de tres personas --además del propio suicida-- en un bar musical del paseo marítimo de Tel-Aviv. Ayer se supo que el kamikaze tenía nacionalidad británica, al igual que un supuesto cómplice que, según un portavoz de la policía israelí, consiguió huir.