Rusia y Cuba acaban de dar un nuevo paso en su proceso de reencuentro, con la asistencia del presidente cubano, Raúl Castro, a la ceremonia de inauguración, ayer, de la primera catedral de la Iglesia ortodoxa rusa en la isla, situada a pocos metros de la bahía de La Habana.

La representación religiosa estuvo encabezada por el número dos del Patriarcado de Moscú, Kiril Gundjaev, en un acto limitado a un selecto número de invitados.

La inauguración del templo --que ha costado dos millones de euros-- se ha desarrollado paralelamente a un aumento de los contactos bilaterales entre Rusia y Cuba, caracterizados por los viajes a la isla del viceprimer ministro ruso, Igor Sechin.