Las rejas de las cárceles políticas de Cuba han empezado a abrirse tras el anuncio ayer de la puesta en libertad de un total de 52 disidentes. Cinco saldrán de la cárcel de manera inminente y podrán viajar a España en compañía de sus familiares. El resto serán liberados a lo largo de los tres o cuatro próximos meses y también "podrán salir" de la isla, según precisa un comunicado del Arzobispado de La Habana. De confirmarse la liberación, se tratará de la mayor excarcelación registrada en el país comunista desde que asumió la presidencia Raúl Castro en febrero del 2008, cuando sustituyó en el poder a su hermano Fidel.

La decisión del régimen de La Habana es fruto del diálogo que mantiene desde el pasado mayo con la Iglesia Católica cubana, y en el que participa también el Gobierno español a través del ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, que está en Cuba en visita oficial para apoyar el diálogo. El comunicado del Arzobispado se hizo público horas después de que Castro recibiera a Moratinos y al cardenal cubano Jaime Ortega. En la reunión estuvo también presente el ministro de Exteriores de la isla, Bruno Rodríguez.

La nota no menciona los nombres de los presos, aunque precisa que forman parte del grupo de los 75 disidentes detenidos en el 2003 en la denominada Primavera Negra, la mayoría intelectuales y periodistas que fueron condenados a penas de hasta 28 años de cárcel.

CARCELES CERCANAS Desde que arrancó el diálogo entre el Gobierno y la Iglesia solo se había liberado al preso parapléjico Ariel Sigles Amaya, excarcelado el 12 de junio porque está gravemente enfermo. El Gobierno permitió que otros doce presos fueran trasladados a cárceles cercanas a sus domicilios. Otros seis correrán la misma suerte a partir de ahora, según informó el Arzobispado. En declaraciones a la agencia Europa Press, Rebeca Antonia Rodríguez, una de las Damas de Blanco --grupo de mujeres familiares de los detenidos--, mostró su sorpresa y escepticismo tras conocer la noticia. "Hasta que no lo vea no quiero creerlo porque ha sido mucha angustia la que nosotros hemos pasado y preferimos no hacernos ilusiones", dijo.

Rodríguez admitió, sin embargo, que a lo largo de estos últimos días habían detectado ciertas actitudes poco usuales en los funcionarios penitenciarios que custodian a los detenidos. "Tomaron fotografías de algunos presos con la excusa de que debían renovarles el expediente", explicó vía telefónica. "También llamaron a algunas familias para saber si emigrarían junto a los presos en el caso de que fueran excarcelados", añadió.

Laura Pollán, líder del grupo de mujeres de los disidentes, también se mostró "escéptica" y exigió una "libertad real, no una que conlleve a un destierro forzoso". "Queremos que cada hombre de los que ha estado encarcelado sea capaz de decidir con su familia qué hacer con su vida futura", dijo a Efe. Pollán, esposa del preso Héctor Maseda, condenado a 20 años de prisión, aseguró que, en su caso, no piensa irse a ninguna parte.

"SATISFACCION" El Gobierno español expresó su "satisfacción" por el "gesto" de La Habana. Al acabar su presidencia de turno de la Unión Europea (UE), España logró posponer hasta septiembre la aplicación de la denominada posición común, que condiciona las relaciones de todo el bloque europeo con la isla a los avances en libertades democráticas y derechos humanos.