El taxi lo conduce un cubano no especialmente jovial ni especialmente hablador, un hombre que parece regodearse en desafiar el tópico según el cual a todos los cubanos les chifla hablar y sonreír. El vehículo, un Lada de la época soviética, se aleja del aeropuerto de La Habana por una autopista flanqueada de penumbras en la que aparece de vez en cuando una valla con el rostro inalterable del Che Guevara, aunque es probable que la bienvenida más sincera esté en una frase que el paisaje escupe a la salida de una larga rotonda: Fidel es un país . Por si no se sabía.

En todo caso, Fidel es un país que por estos días resulta más que nunca difícil de predecir. El Gobierno no confirma si el líder asistirá al desfile militar de hoy. Sin traicionar su naturaleza más bien hermética, el taxista responde apresuradamente cuando se le pregunta si el líder cubano hará acto de presencia en los fastos organizados con motivo de su 80 cumpleaños: dice que no ve las noticias. "No estoy muy enterado...", murmura.

El cumpleaños de Fidel Castro tuvo lugar hace casi cuatro meses, el 13 de agosto, pero los problemas de salud del líder cubano obligaron a posponer las celebraciones. ¿Reaparecerá Castro? Unos 1.800 invitados se han personado en La Habana para la ocasión, pero los planes inmediatos del líder cubano siguen siendo un misterio. Ignacio Ramonet, director de Le Monde Diplomatique y amigo personal de Fidel, pronunció el jueves una frase que describe el ambiente que se vive. "Hay muchos rumores en las sociedades donde el poder se expresa en solitario".

FAMILIA Si la información oficial es parca y confusa, la que circula por las calles es tan exhuberante como el desenfado caribe. Su sobrina Mariela asegura que la familia se ha conjurado para exigirle que no haga tonterías. Casi 500 medios de comunicación han acreditado a sus periodistas para que den testimonio de la reaparición.