Esta integración tiene enemigos de siglos", dijo ayer Fidel Castro después que el Mercosur firmara con Cuba el primer acuerdo de complementación económica al que la isla accede, y que le permite atenuar los efectos del embargo de EEUU. Castro llegó hasta la provincia argentina de Córdoba en medio de férreas medidas de seguridad para participar como invitado de la primera reunión del Mercosur que tiene como miembro pleno a la Venezuela de Hugo Chávez

Castro habló durante 55 minutos en la reunión de presidentes, en la que también participaron la chilena Michelle Bachelet y el boliviano Evo Morales, a quien llamó irónicamente, al igual que a Chávez, "compañero del eje del mal".

MAS INTERCAMBIOS Entre sermones a los presentes y autoelogios, Castro aseguró que la región deberá emprender una "carrera de obstáculos" si quiere lograr integrarse como lo hizo Europa. El Acuerdo de Complementación Económica (ACE) permitirá al Mercosur exportar a la isla 2.700 productos --desde maquinarias a productos manufacturados o equipos de alta tecnología-- libres de arancel.

Actualmente, Cuba realiza compras en el Mercosur por 300 millones de dólares anuales. El volumen de su exportación es muy pequeño.

El ACE fue especialmente promovido por Chávez. Para restarle significación política, los organizadores de la cumbre aseguraron que el acuerdo tiene el mismo alcance que el convenio suscrito con Pakistán. Para el diario Clarín , el acuerdo fue posible porque EEUU, "atrapado en la guerra de Oriente Próximo", viene descuidando "su patio trasero".

Otras fuentes consultadas por este diario coinciden en que existe una real preocupación de Argentina y Brasil por insertar a Cuba en el espacio regional, entre otras cosas porque se busca funcionar como contrapeso a EEUU en la transición que se vislumbra para "el día después" de Castro. Al hablar a sus colegas, el cubano dijo "tener esperanza" en que la "revolución" sobreviva.

Castro, que compartió junto a Chávez y Morales un acto multitudinario, no pudo evitar un reclamo de los anfitriones. La cancillería argentina le pidió que autorice a salir de Cuba a la neurocirujana Hilda Molina para conocer a sus dos nietos, que viven en Buenos Aires. En esa misiva, el presidente Kirchner instó a su colega a "buscar los mecanismos que posibiliten el reencuentro".

MENSAJES SIN CONTESTAR Según el diario La Nación , las constantes negativas de La Habana han sido "casi ofensivas" con Kirchner. Castro, agrega, nunca le contestó los mensajes relacionados con el caso Molina .

Ese silencio llegó a ser interpretado como un desdén. "Incluso, Castro permitió que el jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, se llevara a España a disidentes mucho más peligrosos para el dictador que Hilda Molina. ¿Acaso Castro subestima a Kirchner?", se preguntó La Nación .