El estanquillo de periódicos era ayer un hervidero. La gente cayó en avalancha cuando llegó el diario Granma . "Desde las siete de la mañana están revoloteando por aquí. El domingo fue igual", afirmó el vendedor. "Quieren ver a Fidel. Sí, claro que están cansados de verlo, en más de 40 años, cuántas veces no lo hemos visto, es la cara más conocida, la voz más escuchada... pero ahora es muy distinto. Están preocupados".

El grupo estaba reunido en la esquina de Infanta y 27, en el Vedado, la zona más viva de La Habana. En cuanto lograban comprar el diario, se quedaban clavados en la portada: tres fotos, dos con Fidel en lecho de enfermo y la tercera de Chávez y Raúl, riendo. En las páginas interiores del Granma hay cinco fotos más.

Las instantáneas, que también aparecen en el portal de internet Cubadebate , incluyen un texto en el que se señala que "Fidel Castro esperó a Hugo Chávez en el lecho en el que se recupera y compartió con él más de tres horas de emotivo intercambio, anécdotas, risas, fotos, regalos, una frugal merienda y la alegría de una amistad entrañable".

En dos de las fotos también aparece Raúl Castro, una de ellas con su hermano Fidel y con Chávez, y la otra en la que abraza al mandatario venezolano en el aeropuerto.

"Increíble, Fidel en cama. Pensé que eso jamás lo iba a ver. Tan cerrado en su vida privada, nunca supimos si había tenido caries, si una uña se le enterró, nada... Y ahora, él mismo nos comunica que hay que estar preparados y que va a luchar por su salud. La cosa no anda bien", decía Miguel, uno de los compradores.

SIN TRUCO Una señora sacudía el periódico delante de la gente. Se sentía reconfortada. "Para los que decían que las fotos de ayer eran truco, que estaban arregladas. Ahí tienen al hombre. Ya no pueden decir que es un montaje". Debe estar cerca de los 60, se llama Luz Marina, fue profesora de la Lenin, una escuela vocacional, y ahora está jubilada. "Lo he visto montones de veces y muy cerca y es el mismo de siempre. Aquí no hay doble que valga".

"Nunca en mi vida he visto tantas fotos seguidas de Fidel riendo. No debe ser por gusto. Esta gente no hace nada por gusto", dice un hombre que tendrá unos 35 años. "Cuando nací, él ya estaba y ahí está. La gente va y viene, y él está", añade.