Dos o tres muertos por día, 15 por semana. La contabilidad puede parecer macabra. Pero es un hecho que en Irak las tropas ocupantes han tenido tantas bajas desde que Bush proclamó ´la paz´ que pronto igualarán las habidas durante toda la guerra. No estaba previsto, como no lo estaba casi nada de lo sucedido en la "reconstrucción".A

Wolfowitz no le salen las cuentas, y dice que el problema es que la guerra "no duró lo bastante y los iraquís no se sienten lo bastante vencidos". A Rumsfeld se le ha escapado otra: lo de Irak no tiene nada que ver con Vietnam.Todo este desbarajuste explica la preocupación real de

Collin Powell, y hasta de Condoleeza Rice, para que la ´Hoja de ruta´ llegue a algún sitio y funcione aunque sea bajo mínimos. Porque en caso contrario, diga lo que diga el trío de las Azores, el balance final será para echar a correr. La prueba es que el Congreso de Estados Unidos ya empieza a hacer preguntas, es decir, a impacientarse.