No ha pasado una semana desde el triunfo demócrata en las legislativas estadounidenses y la cúpula militar ya está estudiando el cambio de estrategia en Irak. El general Peter Pace, presidente de la Junta de Jefes del Estado Mayor, se ha reunido con un grupo de los militares más brillantes y reformistas del país para pedirles un análisis de la situación en el país árabe. El viernes, en una ronda de entrevistas en televisión, Pace anunció que ya ha empezado la revisión de la estrategia en Irak.

"Debemos hacer un profundo y honesto análisis para ver qué está funcionando, qué no, cuáles son los impedimentos para el progreso y qué debemos cambiar sobre la forma en que lo estamos haciendo. Haremos los cambios necesarios para centrarnos en los objetivos correctos", señaló el general, que no quiso concretar esos objetivos. Según el diario The New York Times, los militares contemplan aumentar el número de efectivos de las fuerzas de seguridad iraquís y aumentar los esfuerzos actuales por entrenarlas y armarlas.

DESCENTRALIZACION La retirada inmediata de los 145.000 soldados desplegados no aparece en los radares de nadie. Sin embargo, los miembros destacados del partido demócrata que en enero asumirán cargos destacados en las cámaras han empezado a hablar públicamente de ideas para el cambio. Entre ellas aparecen establecer fechas límites para que los iraquís cumplan objetivos políticos, ir modificando el papel de las tropas como fuerzas de combate por uno más relacionado con la asesoría, descentralizar los poderes del Gobierno iraquí e impulsar esfuerzos diplomáticos que impliquen en el proceso de paz a países vecinos como Irán y Siria.

Esta última propuesta cuenta con el apoyo de destacados demócratas como Joseph Biden, que en enero asumirá la presidencia del Comité de Relaciones Internacionales, y también de republicanos como los senadores Richard Lugar y Chuck Hagel.

Los cambios de estrategia en Irak parecen más probables con Robert Gates, el hombre escogido por George Bush para sustituir a Donald Rumsfeld en la Secretaría de Defensa. Gates, que ha criticado abiertamente algunos aspectos de la política del Gobierno en Irak, es considerado más "realista" que Rumsfeld.

Ayer mismo, en su discurso radiado semanal, el presidente de EEUU definió a su candidato como "un agente de cambio". Bush se mostró "deseoso" de escuchar las recomendaciones que a mediados de diciembre hará públicas el Grupo de Estudio de Irak, un panel bipartidista que dirigen el exsecretario de Estado James Baker y el excongresista demócrata Lee Hamilton.