El primer ministro británico, David Cameron, que hoy emprende su primera visita oficial a España en una gira que le llevará también a Alemania y Francia, ha manifestado que en la Unión Europea "debemos conciliar las ayudas sociales con el sentido común".

En una entrevista con el enviado especial de El Mundo Carlos Fresneda que publica hoy este diario, el primer ministro británico afirma que en el encuentro que mantendrá hoy en el Palacio de la Moncloa con el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, hablará de las relaciones bilaterales y de los intereses comerciales de ambos países en el contexto europeo.

Para Cameron, "ha llegado el momento de pararse a pensar cómo funcionan las ayudas sociales y conciliarlas con el sentido común" y "es legítimo preguntarse si el Estado del Bienestar funciona para el país o si es un factor que arrastra a la gente hasta aquí".

Sobre Gibraltar, Cameron indica que pese a estar dispuestos a no permitir que el asunto interfiera en las buenas relaciones bilaterales, ha dejado claro que "no habrá cambios en el estatus de Gibraltar sin el pleno consentimiento de los gibraltareños".

En cuanto a las políticas económicas europeas, opina que todos los países deben hacer frente a sus déficit fiscales. "Nosotros hemos recortado en un tercio el nuestro en los últimos tres años. (...) Es algo a lo que tienen que hacer frente varios países europeos. Cada uno debe encontrar su camino".

Respecto a sus planes de futuro en relación con los Veintisiete y la convocatoria de un referendo ha señalado que "lo más importante aquí es dar a los británicos lo que se merecen, que es la oportunidad de pronunciarse sobre si quieren seguir siendo parte de una UE reformada".

"Yo creo que el mejor resultado para Gran Bretaña será la pertenencia a una UE reformada".

Afirmó que buscará el apoyo de España a su visión de la Unión Europea. "Somos países diferentes y con diferentes perspectivas, pero hay puntos en común. Y creo también que hay países que han sentido demasiada interferencia en los asuntos de sus Estados. Es una queja común en la mesa de negociaciones".

Indicó que quiere conseguir una reforma de la UE porque "en un mundo globalizado, donde tenemos que competir con China, India o Malasia, necesitamos una Europa más abierta, que despierte a este mundo moderno de la flexibilidad".

Defendió las reformas, algunas ya empezadas en los últimos meses, "como la creación de una comisión para la desregulación que eliminará costes a las empresas. Hemos llegado a un acuerdo para el presupuesto y ha sido un éxito: por primera vez en la historia de Europa vamos a una reducción del presupuesto. Y eso es un progreso real, porque vamos a tener que hacer más con menos".