David Cameron ha prometido la celebración de un referendo para que los británicos decidan si quieren que el Reino Unido permanezca o salga de la Unión Europea. El primer ministro ha anunciado, en un discurso pronunciado en la sede de Blomberg en Londres, que la consulta se celebrará en la próxima legislatura, antes de finales del 2017, siempre que los conservadores ganen las elecciones dentro de dos años.

El plan de Cameron es renegociar las relaciones del Reino Unido con la Unión Europea antes de pedir el voto a los británicos. "La elección será muy simple" o aceptar el resultado de las conversaciones o dejar la UE, ha señalado. "Ha llegado la hora de que los británicos den su opinión. Es hora de resolver la cuestión europea en la política británica. Le digo a los británicos: Esa será vuestra decisión". Con respecto al calendario de la consulta, Cameron ha indicado que celebrarla ahora, tal y como deserían los euroescépticos dentro de su propio partido, "sería hacer una elección falsa", porque Europa está en pleno cambio a consecuencia de la crisis del euro.

Los desafíos de la UE

El primer ministro ha negado que el Reino Unido quiera aislarse del resto de Europa y ha enumerado los desafíos que la UE debe afrontar y resolver: la crisis en la eurozona, la crisis de competitividad y la distancia cada vez mayor que se ha creado entre los ciudadanos y el proyecto europeo. Un descontento ha indicado que se está viendo las calles de Grecia, de España y que se deja sentir con fuerza en el Reino Unido

La propuesta de referendo es arriesgada y va determinar la política interna británica, las próximas elecciones y la marcha de la Unión Europea, en plena crisis en la eurozona. En principio el anuncio de esa consulta, en firme y marcando plazos, debe satisfacer a los euroescepticos y serenar su acoso. Los conservadores que están a favor de mantenerse en Europa, los liberal demócratas con los que comparte gobierno, consideran en cambio que ese compromiso en las urnas, con una negociación incierta de por medio, es tomar un riesgo innecesario, que añade incertidumbre y que puede dañar las inversiones extranjeras y la economía nacional.

Ed Miliband, líder del partido laborista ve el anuncio de Cameron es una muestra de su debilidad. Nigel Farage, el jefe del partido de la Independencia (UKIP) que a agrupa a los que piden la salida de la UE, pide que el referendo se celebre antes del 2015