Además de confirmar al G-8 como un encuentro más político que económico, la presidencia francesa ha introducido el debate sobre los retos de internet. La reunión paralela, bautizada e-G8 y con las principales estrellas del sector, "se ha impuesto como una cita anual", afirmó Nicolas Sarkozy.

La declaración incluye un apartado de internet: "Coincidimos en principios fundamentales como la libertad, el respeto a la vida privada, la propiedad intelectual, la seguridad y la protección contra el crimen".