Centenares de miles de personas han acompañado esta mañana los restos del ayatolá Mohamed Baqr al Hakim de Kufa a Nayaf (al sur de Bagdad), donde el dignatario shií murió el viernes pasado en un atentado y donde va a ser enterrado.La multitud en la que destacaban los hombres golpeándose el pecho o la cabeza, según la tradición shií, o enarbolando banderolas rojas y verdes, símbolos del martirio y del islam, que gritaban en coro su dolor, ha comenzado a recorrer a pie junto al féretro, los 15 kilómetros que separan las dos ciudades.TensiónLa ruta estaba protegida por un gran número de guardias de seguridad iraquís, en medio de una gran tensión, después de que en ayer se descubrieran en Kufa otros dos coches bomba, tras el que estalló el viernes en Nayaf, matando a 83 personas, entre ellas el ayatolá Al Hakim. Entre los guardias figura la policía iraquí, al igual que milicianos de los grupos religiosos y en primer lugar los miembros de la brigada Badr, brazo armado del Consejo Supremo de la Revolución Islámica en Irak (CSRII), el importante movimiento que dirígía Al Hakim. La procesión fúnebre comenzó el domingo en Bagdad para llegar el lunes a Kerbala y luego a Kufa, a 160 kilómetros