Moldavia, una empobrecida república exsoviética de 3,5 millones de habitantes sumida en una profunda crisis política, ha celebrado el más multitudinario acto de protesta contra las actuales autoridades desde que estalló el conflicto, en la primavera pasada.

Decenas de miles de personas, -entre 40.000 y 100.000, según las fuentes- se han congregado este domingo en el centro de Chisinau, la capital, para exigir la destitución del presidente, Nicolae Timofti, y la convocatoria de elecciones legislativas.

En el acto han participado fuerzas y movimientos procedentes de todo el espectro político moldavo, desde izquierdistas partidarios de estrechar lazos con Rusia, a europeístas defensores de aproximarse a los Veintiocho.

El desencadenante de la actual crisis fueron las revelaciones que salieron a la luz en el mes de abril sobre la desaparición de un préstamo de 915 millones de dólares, entre un 15% y un 20% delProducto Interior Bruto del país.

Los manifestantes se oponen a la reciente investidura del europeístaPavel Filip como primer ministro, un hombre al que ven como estrechamente ligado al oligarca Vladimir Plahotniuc, a quien responsabilizan de los elevados niveles de corrupción que existen en el país.

"SOLO SOBREVIVIMOS"

"Esto no es vida, solo sobrevivimos", se quejaba, ante los micrófonos de una cadena de televisión rusa, uno de los manifestantes moldavos. "El pueblo está con nosotros; no quiere apoyar a los oligarcas y a lasautoridades criminales", ha espetado Andrei Nastase en la plaza de la Gran Unión Nacional, situada frente al Parlamento, en un ambiente gélido y una ciudad cubierta por la nieve. "Debemos unirnos, crear un órgano coordinador que dirigirá la liberación del país, tomado por los oligarcas", ha demandado.

También ha tomado la palabra en el acto el socialista y prorruso Ígor Odon, quien ha destacado la transversalidad de la multitudinaria manifestación de este domingo: "El pueblo de Moldavia se ha unido por vez primera en 25 años contra la corrupción, los ladrones y el poder criminal".

Por el momento, las autoridades moldavas cuentan con el respaldo de la Unión Europea y han advertido que no darán su brazo a torcer ni serán convocados comicios.

"Hay muy pocas razones para las elecciones anticipadas; el Gobiernoes legítimo, como lo demuestra el apoyo de nuestros socios y la reacción de los líderes internacionales", ha asegurado el presidente del Parlamento, Andréi Candu. El grado de inestabilidad política es tan elevado que en el último año, el país ha tenido a seis Ejecutivos diferentes.