Decenas de miles de personas reclamaron con un grito unánime la dimisión de José María Aznar durante el macroconcierto contra la guerra de Irak que se celebró ayer en la madrileña plaza de la Independencia, en cuyo centro se erige la emblemática Puerta de Alcalá. Entre medio millón y 800.000 personas, según los convocantes, y 15.000, según la Policía Municipal, acudieron al acto reivindicativo, que se prolongó cuatro horas y media bajo un espléndido sol primaveral.

"El presidente del Gobierno no representa a nadie", tronó desde el escenario el Gran Wyoming al leer el último manifiesto del acto. Añadió el showman que, si Aznar "tuviera decencia", se marcharía, "porque éste es un país que todavía, gracias a la ciudadanía, es una democracia".

TREINTA MUSICOS

Alrededor de una treintena de músicos de variados estilos --desde Ana Belén y Joaquín Sabina hasta el grupo Cómplices, pasando por el explosivo Javier Gurruchaga-- se alternaron con escritores e intelectuales para denunciar la guerra ante la multitud enfervorizada que abarrotaba la plaza, calles laterales y el acceso principal al parque del Retiro.

El cambio de ubicación del escenario --de la Puerta de Alcalá a un lateral de la plaza-- impuesto por el Ayuntamiento de Madrid no desanimó al público, entre el que se encontraban los líderes del PSOE e IU, José Luis Rodríguez Zapatero y Gaspar Llamazares, respectivamente, y los dirigentes de UGT, Cándido Méndez, y CCOO, José María Fidalgo.

"SOLO LE PIDO A DIOS"

"No queremos un petróleo que es botín de guerra. Somos pobres, pero no miserables", manifestó la actriz Rosa Maria Sard , quien leyó un texto del escritor José Luis Sampedro. Uno de los momentos más emotivos del acto lo protagonizaron Víctor Manuel y Ana Belén al cantar Sólo le pido a Dios y la ya mítica Puerta de Alcalá.

Fue precisamente Víctor Manuel quien cedió el paso al juez Baltasar Garzón pidiendo que en las elecciones del próximo día 25 de mayo "haya una mayoría de izquierdas" en Madrid. En las intervenciones hubo muchas críticas a Aznar por "pervertir" el lenguaje al vincular las manifestaciones pacifistas a las agresiones contra el PP.

Gurruchaga, que se presentó ante la muchedumbre con tres enanos disfrazados de "dobles" del presidente del Gobierno, dirigió palabras afectuosas a los votantes del Partido Popular, a quienes distinguió de sus dirigentes por estar en el 91% de los contrarios a la guerra contra Irak. "Hay que respetarlos y no agredirlos --dijo Gurruchaga--, porque ellos no tienen culpa de lo que hace Aznar".