Bunnatine Greenhouse, encargada de supervisar los contratos de suministros del Ejército, ha sido degradada, según publicó ayer el diario The New York Times . Esta alta funcionaria del Cuerpo de Ingenieros militar acusó en el 2003 a los altos mandos del Pentágono de haber intervenido en favor de Halliburton --firma que estuvo dirigida por el ahora vicepresidente Dick Cheney-- a la hora de atribuir contratos de varios miles de millones de dólares en Irak y los Balcanes.

Según el diario, Greenhouse ya no forma parte de los funcionarios dirigentes y ha sido destinada a un puesto de menor categoría por "baja eficacia en su trabajo". El abogado de la militar cuestionada, Michael Koh, consideró que se trata "de una medida de castigo evidente" tras las protestas por las dudosas condiciones en las que se otorgaron los contratos.

Greenhouse cuenta con una experiencia de 20 años en compras militares y era la responsable de la supervisión de los contratos en la estructura que gestiona la mayor parte de la reconstrucción iraquí. Su máximo jefe, el general Carl Strock, consideró en un informe, en junio, que el dosier administrativo de Greenhouse "demuestra claramente" que su degradación está relacionada con hechos profesionales.