De entrada, Sarah Palin supone un problema para Barack Obama y Joe Biden. ¿Cómo criticarla sin que suene paternalista, sin que se les acuse de machismo o de elitistas? El camino elegido es el de los temas.

Biden compareció ayer en las televisiones y se mostró "impresionado" por el discurso de Palin, pero añadió que aún le impresionó más lo que no se dijo: no se habló de la economía.

La campaña demócrata vinculó el conservadurismo de Palin con el de George Bush y también destacó que no hubo en su discurso ninguna propuesta concreta cara a las elecciones. El texto también refutaba los (pocos) datos ofrecidos por Palin.