H ablaron de la justicia racial, de la crisis económica, de la mala gestión del coronavirus o de los esfuerzos republicanos para torpedear las elecciones de noviembre, pero al final todo se redujo a un mensaje muy simple. «Donald Trump es el presidente equivocado para nuestro país. Ha tenido tiempo más que suficiente para demostrar que puede hacer el trabajo, pero claramente le viene grande. No está a la altura del momento», dijo Michelle Obama en el discurso más elocuente de la primera jornada de la Convención Nacional Demócrata. La exprimera dama cerró los actos del lunes, reducidos a dos largas horas de aridez televisiva como consecuencia de la pandemia. Pero la noche también sirvió para confirmar que el partido está unido tras la candidatura de Joe Biden, presentado como el hombre capaz de sanar al país.

Pocos entraron durante esta primera jornada a desgranar los detalles del programa demócrata, pero sí quedó claro a través de los rostros invitados el tipo de votantes a los que pretende apelar Biden para ganar en noviembre. Por la pantalla desfilaron víctimas del virus, granjeros y pequeños empresarios golpeados por la recesión, afroamericanos afectados por la violencia policial, mujeres en cargos de responsabilidad, así como republicanos decepcionados con la gestión de Trump. Ninguno tan conocido como el exgobernador de Ohio y excandidato a la presidencia, John Kasich, quien grabó su discurso frente a un cruce de caminos para ilustrar el momento que vive el país.

La ausencia de público y reacciones espontáneas se erigió en un desafío mayúsculo para los productores del programa. Optaron por discursos cortos. Un coro de niños cantó el himno nacional por Zoom. Los hermanos de George Floyd guardaron unos instantes de silencio por las víctimas afroamericanas de la brutalidad policial. Y varios rostros famosos desfilaron por la pantalla para tratar de enganchar a la audiencia. La actriz Eva Longoria ejerció de presentadora, Bruce Springsteen hizo un breve cameo mientras sonaba The Rising y la futbolista Megan Rapinoe moderó un breve coloquio con sanitarios.

Y ayer se desayunó tuiteando contra el espectáculo demócrata. Dijo que la Administración de Biden y Barack Obama «fue la más corrupta de la historia» y describió a Kasich como un «perdedor». Pero lo verdaderamente importante lo dijo la víspera. No quiso comprometerse a aceptar el resultado de noviembre y clamó que solo perderá si los comicios son amañados. H