La Cámara Baja de Estados Unidos ha autorizado el envío de un requerimiento judicial al Departamento de Justicia para que publique de manera íntegra el informe del fiscal especial Robert Mueller sobre los presuntos lazos entre la campaña electoral del ahora presidente Donald Trump y Rusia. La investigación, que ha durado dos años, buscaba responder a las sospechas de conspiración entre Trump y Rusia para interferir en las elecciones presidenciales estadounidenses del 2016, que le llevaron a la Casa Blanca.

Tras una votación (24-17) en la que demócratas y republicanos votaron por separado, el comité ha aprobado que el presidente de la Cámara, el demócrata Jerrold Nadler, envíe la citación judicial al Departamento de Justicia estadounidense."Este comité tiene una labor que hacer. La Constitución pide al Congreso que responsabilice al presidente por presunta mala conducta", ha dicho Nadler.

El requerimiento reclamará al fiscal general de EEUU, William Barr, que publique la totalidad del informe de Mueller, no la versión editada que él mismo anunció que divulgaría "a mediados de abril".

Barr explicó la semana pasada que editaría la información que crea que "compromete potencialmente a las fuentes y los métodos" de la recopilación de información o lo que "infrinja indebidamente la privacidad personal, los intereses y reputación de terceros". Los demócratas y algunos republicanos del Congreso rechazaron la idea del fiscal general e insistieron entonces en la publicación "íntegra" del informe.

DOMINIO PÚBLICO

Tras la aprobación el pasado miércoles en el Comité Judicial, Nadler pretende que las pruebas subyacentes recopiladas durante la investigación de Mueller sobre Trump, que ha durado 22 meses, también sean de dominio público.

Asimismo, el comité ha dado luz verde a cinco citaciones dirigidas a ex funcionarios de la Casa Blanca: el exasesor de Trump, Steve Bannon; el ex jefe de gabinete de Trump, Reince Priebus; la ex directora de comunicación Hope Hicks y al ex abogado de la oficina presidencial Donald, McGahn y su jefa de gabinete Annie Donaldson.

Hace dos semanas, Barr explicó en una carta al Congreso que las pesquisas de Mueller concluyeron que nadie de la campaña de Trump ni el propio mandatario conspiraron con las autoridades rusas en la campaña para los comicios de 2016 para perjudicar a la candidata demócrata, Hillary Clinton.

No obstante, sobre la cuestión de la obstrucción a la Justicia, el otro posible cargo, el informe del fiscal especial "no concluye que el presidente cometiera un delito, pero tampoco lo exonera", lo que deja la cuestión abierta.

En estos últimos dos años, Trump, que ha vivido sobre bajo un permanente halo de sospecha desde que llegó al poder, ha insistido en que esta investigación ha constituido una "caza de brujas" activada por la oposición demócrata y ha negado en todo momento que en la campaña de las elecciones de 2016 hubiera habido un complot entre su equipo y el Gobierno ruso para ayudarlo a ganar socavando la candidatura de Clinton.