Apoyada en los sondeos cada vez más negativos para el presidente de EEUU, George Bush, y su partido, los republicanos, la oposición demócrata huele ya la victoria en las elecciones legislativas del próximo noviembre, tras las cuales planea lanzar una oleada de investigaciones sobre la actuación del presidente, incluyendo "la gestión de la guerra de Irak" y las manipulaciones de datos de espionaje con las que justificó la invasión en el 2003, avanzó la jefa de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.

La combativa líder demócrata no cree que tales investigaciones conduzcan al "impeachment proceso de destitución" de Bush, aunque dijo que este tipo de pesquisas "nunca se sabe dónde acaban". Su correligionario, el representante demócrata Steny Hoyer, añadió que otro tema de posible investigación es el espionaje a que fueron sometidos civiles estadounidenses sin permiso de los tribunales, llevado a cabo por la Agencia Nacional de Seguridad (NSA), que autorizó el presidente.

SUBIR EL SALARIO MINIMO "Tenemos que estar preparados para ganar y decirle al país lo que haremos si ganamos", añadió Pelosi. Los planes demócratas también incluyen una gran ofensiva legislativa para la primera semana después de la victoria electoral de noviembre que esperan.

En apenas siete días presentarían proyectos de ley de gran impacto popular, para aumentar el salario mínimo por primera vez desde 1997, derogar parte de la nueva ley republicana sobre medicamentos para los ancianos y volver a instalar medidas de control sobre el ingente déficit público, adelantó el Post .

Desde 1994, el partido de Bush ha disfrutado de mayoría en el Congreso, pero los demócratas cuentan con hacerse con el control de la Cámara de Representantes el próximo 7 de noviembre, cuando se celebran elecciones para renovar sus 435 escaños y un tercio del Senado (33). Los demócratas necesitan 15 escaños para superar a sus rivales, algo factible según los estrategas de ambos bandos, porque al menos 50 escaños están abiertos al cambio este otoño.

Según estas voces, la situación es similar a la primavera de 1994, cuando los republicanos anunciaron su Contrato con América, el plan legislativo que pensaban llevar a cabo si ganaban las elecciones. Tal victoria se produjo y el partido de Bush recuperó el control del Congreso por primera vez en 42 años.