Tras ocho años de gobiernos socialdemócratas marcados por la crisis económica y los escándalos, Hungría volvió a mirar a la derecha. El opositor partido conservador Fidesz (Alianza de Jóvenes Demócratas) logró un triunfo arrollador en la primera vuelta de las elecciones parlamentarias, según estimaciones divulgadas al cierre de los colegios electorales.

Según los sondeos a pie de urna, el Fidesz del exprimer ministro Viktor Oban consiguió el 54% de los votos, seguido por los hasta ahora gobernantes socialistas, con un 20%. Los ultraderechistas del Jobbik, conocido por su discurso xenófobo, que habían coqueteado con la posibilidad de una segunda posición, lograron llegar al 17%. El cuarto partido que entrará en el Parlamento unicameral de Budapest será el de los ecologistas del LMP, que han logrado en torno al 6% de votos.

De esta forma Orban logra volver al poder ocho años después de ser desbancado por el Partido Socialista, cuya gestión ha conducido al país a una profunda crisis. El descontento ciudadano ha llevado a los socialistas a perder más de la mitad de votos.