Rendidos casi todos los chiraquistas, la derecha consagra hoy a Nicolas Sarkozy como único candidato a la presidencia francesa por la mayoría gubernamental y rival de la socialista Ségol¨ne Royal. El presidente de la Unión para un Movimiento Popular (UMP) y ministro de Interior únicamente no ha logrado sumar a sus filas al primer ministro, Dominique de Villepin, y al presidente de la Asamblea Nacional, Jean-Louis Debré, que se resisten a apoyarlo mientras el presidente de la República, Jacques Chirac, no se pronuncie.

La prensa califica de "consagración" el congreso que celebra hoy la UMP para entronizar a Sarkozy, quien el viernes recibió el apoyo de una posible rival, la chiraquista ministra de Defensa, Mich¨le Alliot-Marie. "He hablado con Nicolas Sarkozy y hace suyas mis ideas", dijo.

EL APOYO DE JUPPE La capitulación de Alliot-Marie --quien solo podía presentarse al margen del partido, ya que había vencido el plazo para las candidaturas-- es la última pieza que cae del muro de la resistencia chiraquista contra Sarkozy. Antes ya habían corrido en socorro del vencedor las grandes figuras del partido, incluido el exprimer ministro Alain Juppé, el hijo predilecto de Chirac, quien le calificó un día de "el mejor de nosotros". Condenado por un caso de corrupción, Juppé se exilió un año en Quebec, volvió a la política, recuperó la alcaldía de Burdeos y el día 9 expresó su apoyo a Sarkozy como única opción de ganar a la izquierda. El otro exprimer ministro de Chirac, Jean-Pierre Raffarin, también se le ha unido.

Los únicos que resisten son Villepin y Debré, que han anunciado que no votarán por Sarkozy. El primer ministro acudirá finalmente al congreso después de haberlo dudado a raíz de una bronca que se produjo el martes en la reunión semanal del Grupo Parlamentario de la UMP. Nunca había ocurrido una cosa así: los diputados increparon al primer ministro, que defendió sus posiciones, y Sarkozy hubo de intervenir para calmar los ánimos. A la salida, Villepin le dijo a un diputado sarkozista: "Es usted quien ha organizado todo esto. Si esto continúa así, me presentaré" a las elecciones.

Villepin defiende que "la unidad no es suficiente para ganar", y que hay que "convencer" más allá del electorado de la derecha. "La política es el arte de hacer frente a la sorpresa", dice el primer ministro, quien compara la estrategia a seguir con la del Ejército de su admirado Napoleón, que tenía "un ala derecha, un ala izquierda" y era capaz de "reforzarse con tropas frescas". Villepin teme también que Ségol¨ne Royal no entre al cuerpo a cuerpo con Sarkozy y todo se juegue en una batalla de imagen en la que la socialista, según él, tiene las de ganar.

INDIRECTAS Queda finalmente la incógnita de Chirac. El presidente se ha pasado las nueve ceremonias de felicitación del Año Nuevo que ha celebrado lanzando indirectas contra Sarkozy. Ha propuesto proyectos de ley para los próximos cinco años, ha recordado a Sarkozy que el Gobierno debe seguir gobernando aunque él sea candidato y le ha dado lecciones de gaullismo en materia de defensa y de independencia nacional frente a su atlantismo declarado. Chirac desvelará si vuelve a presentarse probablemente en marzo, pero el último sondeo indica que solo un 19% de los franceses desean que opte a un tercer mandato.