Las conservadoras Unión Cristianodemócrata (CDU) y la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU) designaron ayer por primera vez a una mujer, Angela Merkel, como candidata a cancillera de Alemania en las legislativas anticipadas del 18 de septiembre, en las que tendrá como rival al socialdemócrata y actual canciller, Gerhard Schröder.

"Quiero servir a Alemania", dijo ayer Merkel en medio de aplausos en la Casa Konrad Adenauer, la central berlinesa de la CDU, y anunció que pondrá la lucha contra el paro en el centro de la campaña electoral. "Necesitamos una Agenda para el Trabajo", resaltó la candidata a cancillera, en un país con más de cinco millones de desempleados.

La entronización de Merkel tuvo lugar el día en el que, por primera vez, un sondeo la situaba por delante de Schröder en intención de voto. Según la televisión pública ZDF, el 50% de los alemanes votarían por la candidata conservadora, frente al 44% que lo haría por el actual canciller. Los éxitos electorales de Merkel se vieron confirmados también por un nuevo sondeo favorable a la coalición conservadora. Según una encuesta de TNS Infratest, el SPD del canciller logra el 29% de los votos y su aliado, Los Verdes, el 8%, mientras que la CDU/CSU se alza con el 47%. En este sondeo, Schröder aventaja, con el 41% de intención de voto, a Merkel (37%).

FLEXIBILIDAD LABORAL La conservadora anunció ayer un programa económico "valiente y realista", dijo, cuyos detalles serán elaborados el próximo 11 de julio, antes de dar el pistoletazo de salida a la campaña electoral. La idea general, eso sí, es que Alemania "necesita trabajo y, para ello, hace falta libertad", es decir, según Merkel, mayor flexibilidad a la hora de contratar, despedir o establecer horarios de trabajo.

Los sindicatos alemanes consideran que, por esa vía, se pretende establecer en Alemania condiciones de trabajo similares a las de EEUU.