Tras casi 20 años de Gobierno local progresista, la ciudad de Roma se acostó ayer conservadora y con tintes negros, gracias sobre todo al voto decisivo de la extrema derecha, aunque también algunos romanos cambiaron de idea. Gianni Alemanno, el candidato del centroderecha a la alcaldía, revalidó en la capital la aplastante victoria nacional del 14 de abril del Pueblo de la Libertad de Silvio Berlusconi (PDL), con el 53,6% de los sufragios. Francesco Rutelli, el aspirante del Partido Democrático (PD) de Walter Veltroni, no superó el 46,4%, apenas unas décimas más que en la primera vuelta, y culminó el descalabro del centroizquierda, desalojado de los principales centros de poder político del país en apenas dos semanas.

"Ha sido una batalla larga y los venenos de la campaña electoral quedan atrás, porque seré el alcalde de todos los romanos. No ha ganado una parte, sino Roma", dijo Alemanno, de la exfascista Alianza Nacional (AN).

"NO APLAUDAIS" La derrota de Rutelli resultó todavía más cruda a la vista de los resultados de los 17 municipios que forman la capital, ya que el alcaldable progresista perdió incluso en aquellos donde esperaba vencer con claridad. "No aplaudáis", fueron sus primeras palabras cuando ayer por la tarde se acercó a la sede de su comité electoral. A Rutelli le apoyaban 10 partidos y listas independientes, incluida la extrema izquierda, que ya en las recientes generales no logró ningún diputado ni senador.

Alemanno contaba con el respaldo de seis partidos, incluido el fascista La Destra (La Derecha), con el que no pactó cara a la segunda vuelta por la fuerte oposición del lobi judío de la capital. Aun así, Francesco Storace, el líder de los fascistas y exministro de Sanidad, además de expresidente de la región del Lazio (Roma), le había expresado su apoyo. A medida que se perfilaba la victoria del centroderecha; muchas personas se congregaron bajo las ventanas del comité electoral del vencedor al grito de "¡Alemanno alcalde!", y una procesión de taxis --los taxistas son un colectivo mayoritariamente de centroderecha-- recorría las calles adyacentes con banderas al viento y cláxones sonando.

BRAZO EN ALTO Poco después, cientos de manifestantes desfilaban por la vía Cavour y la avenida del Foro, encabezados por dos hileras de militantes de AN, uniformados de azul y con el brazo en alto. Enarbolando banderas italianas, cerca de 3.000 personas se concentraron en el Campidoglio, frente al ayuntamiento, coreando consignas como "Veltroni, danos las llaves" y "el comunismo no pasará". Alemanno salió a saludar, prometió "volver a poner a Roma en el mapa" y acabó descorchando champán como un piloto de fórmula 1, informa Carmen Jané.