La victoria conservadora es un mal augurio para la sociedad iraní más liberal. Durante la presidencia de Ahmadineyad se ha retrocedido en los avances que, aunque tímidos, se lograron en materia de libertad política y social durante los ocho años del reformista Mohamed Jatamí. La mujer iraní es la que más sufre este retroceso.

Hace más de un mes, las autoridades cerraron la revista feminista Zanan por estimar que "solo mostraba el aspecto más negativo de la sociedad", según su directora, Shahla Sherkat. Con más de 40.000 ejemplares mensuales, la publicación era un referente para las mujeres que luchan por la igualdad.

"Para el sistema, la función de la mujer se limita a cuidar la casa", dice Sherkat "El principal problema de gran parte de las mujeres es que no son conscientes de sus derechos y de cómo utilizarlos". Pero Shevkat es optimista: "Confío mucho en los deseos de la gente".