Son negociaciones distintas pero las consecuencias se antojan inevitables. La derrota sufrida este jueves por Nadia Calviño en su intento de alcanzar la presidencia del Eurogrupo, pese a llegar con el apoyo político de las tres grandes potencias de la Eurozona, augura una negociación presupuestaria la próxima semana muy complicada con los países 'frugales' que han demostrado su capacidad de echar y ganar el pulso a las principales economías de la Eurozona."La negociación va a ser muy complicada" pero "es exactamente igual de complicada hoy de lo que era anteayer", ha señalado este viernes Calviño, rechazando que la victoria del irlandés Paschal Donohoe vaya a añadir un plus de complejidad a la negociación presupuestaria.

La realidad, sin embargo, es que los países más conservadores y liberales, más cercanos a la ortodoxia y que menos simpatizan con la visión integradora de la zona euro escenificada por la opción de Calviño, menos partidarios también de las transferencias a fondo perdido y la mutualización de la deuda y más de que el dinero llegue en forma de préstamos que obligatoriamente tengan que ser reembolsados, han logrado imponer su candidato. "Tenía apalabrados al menos 10 votos. Es evidente que uno de ellos no hizo lo que se había comprometido a hacer", ha dicho la vicepresidenta este viernes.

El golpe de fuerza lo han hecho a una semana de una cumbre de líderes europeos clave para frenar la profunda recesión en la que entrará la zona euro este año y, muy especialmente, los países del sur con Italia, España, Francia, Portugal y Grecia. “No creo en una Europa basada en clubes, prejuicios o en etiquetas. Norte, sur, este u oeste. Grandes o pequeños. Creo que esa no es la forma de avanzar y ni siquiera que esas etiquetas respondan a la compleja realidad de los distintos países y, por tanto, creo que entre todos tenemos que trabajar juntos para llegar a los acuerdos necesarios", ha replicado la vicepresidenta preguntada sobre las divisiones y fracturas evidenciadas de nuevo en la votación del Eurogrupo.

Sánchez, a Holanda, Suecia y Alemania

El Gobierno español prefiere pasar página cuanto antes y, pese a la sensación amarga que ha dejado la derrota, poner toda su energía en construir un acuerdo satisfactorio para los intereses de España en el Consejo Europeo de finales de la próxima semana. "No ha fallado nada. Éramos optimistas, pero los países votan lo que quieren, y en secreto”, señalan fuentes del Ejecutivo sin hacer ningún tipo de autocrítica sobre lo ocurrido y la pérdida del cargo por un voto.

Es más, los colaboradores de Sánchez desvinculan lo ocurrido de la negociación de las ayudas. Insisten en que el Consejo Europeo tiene 27 miembros, no 19 como el Eurogrupo, y que la decisión se tomará los próximos 17 y 18 de julio por unanimidad, sin voto secreto como en el Eurogrupo, por lo que consideran menos probable que un país bloquee la aprobación de los fondos. En esta negociación, España mantendrá su defensa de que el nuevo fondo debe ser como mínimo de 750.000 millones y que debe llegar sin apenas condiciones, frente a la postura escenificada por los ‘frugales’.

Para reforzar su posición, que comparte con Italia y Francia, Pedro Sánchez viajará la semana que viene a Holanda, Suecia y Alemania. Los dos primeros países son contrarios al fondo tal y como está planteado; con Angela Merkel, en cambio, hay mucha más sintonía, según la Moncloa.