Peticiones de auxilio desesperadas y constatación de angustia y miedo. Los mensajes de civiles atrapados en Alepo en las distintas redes sociales dan cuenta de la situación límite en la que se encuentran. Desde el corazón de la ciudad, rodeados de edificios en ruinas y acompañados por el atronador sonido de las bombas, denuncian la persecución y las ejecuciones cometidas por el régimen de Basah el Asad tras reconquistar la ciudad considerada bastión rebelde. La evacuación de los civiles, cocinada in extremis por Rusia y Turquía, ha quedado en papel mojado mientras miles de personas marchan con lo puesto en largas columnas humanas.

El testimonio del profesor Abdulkafi Alhamado ha dado la vuelta al mundo. "Se avecinan los últimos días", asegura mientras pide ayuda para su hija y otros niños de la ciudad. Sus críticas a las instituciones internacionales sondemoledoras: "No creáis nunca más en Naciones Unidas, ni en la comunidad internacional. No penséis que ellos no están satisfechos con lo que está pasando. Están satisfechos de que estemos siendo asesinados".

"Rusia no quiere que salgamos vivos, nos quieren muertos, lo mismo que Asad", dice el profesor para añadir: "Ayer hubo importantes celebraciones en la otra parte de Alepo -en referencia a la zona controlada por el régimen-. Estaban de celebración sobre nuestros cadáveres. Termina su mensaje con un apunte sobrecogedor: "Espero que podáis recordanos, éramos gente libre que quería la libertad, no queremos otra cosa excepto libertad". Y acaba dando las gracias.

La joven Lina Sahmy expone cómo los civiles de Alepo están siendovíctimas de un genocidio. "A quien pueda oírme", arranca para continuar: "Quizá este sea mi último vídeo, más de 50.000 civiles están amenazados con morir ejecutados o por el impacto de las bombas. De acuerdo con los activistas, más de 180 personas han sido ejecutadas sobre el terreno reconquistado por el régimen, con armas de Asad y de las miliacias que le apoyan. Los civiles están atrapados en un área muy pequeña que no supera los dos kilómetros. Sin zona de seguridad ni vida. Cada bomba es una masacre", termina para añadir:"Salvad Alepo”.

Bana Alabed, la niña de 7 años, internacionalmente conocida por sus tweets en medio de la guerra, también ha hecho oír su voz en las últimas horas. Asegura que no sabe si vivirá o morirá. Su cuenta de twitter, tal y como deja constancia, está supervisada por su madre. Hace tan solo dos días, la niña daba cuenta de que acababan de herir a su padre. "Estoy llorando", decía. Hace poco preguntaba dónde estaba la ayuda y por qué todavía no las habían evacuado.