Un tribunal militar ha ordenado este jueves al Gobierno de Estados Unidos desmantelar inmediatamente el sistema de control que permite mantener en secreto las audiencias de los presos de la cárcel de la base militar de Guantánamo (Cuba) acusados de participar en los atentados del 11-S.

La emisión de la audiencia de Jalid Seij Mohamed, acusado de ser uno de los 'cerebros' del secuestro de los aviones del 11-S, y de otros tres imputados se suspendió durante unos minutos el pasado lunes, dejando al descubierto que alguien ajeno a la sede judicial estaba manipulándola.

La audiencia se celebró en un edificio de alta seguridad en el que el público --incluida la prensa-- se encuentra detrás de una pared de cristal insonorizado, en la que ven y escuchan las declaraciones con unos 40 segundos de retraso.

Un funcionario de seguridad que se encuentra sentado al lado del juez controla, a través de un botón, la emisión de la audiencia, interrumpiéndola para el público cuando se revela información clasificada.

No obstante, el pasado lunes la emisión se interrumpió por una tercera persona durante la intervención del abogado de Mohammed, David Nevin. El juez James Pohl ha considerado que fue un error porque en ese momento no se estaba revelando información clasificada.

Tras el fallo, Pohl se reunión con los abogados de las partes, incluida la Fiscalía, para explicarles que "hay una autoridad original" que se encarga de controlar la emisión de las audiencias, aunque no detalló de quién se trata.

Finalmente, el magistrado ha ordenado desmantelar el sistema de control, subrayando que él y el funcionario de seguridad son los únicos autorizados para controlar la emisión de las audiencias.

"Es la última vez que se le permite a un tercero decidir unilateralmente cuándo debe suspenderse la emisión de las audiencias para el público en general", ha dicho el titular de la sede judicial.