En la ya compleja carrera en busca de la reelección como presidente de Estados Unidos a Donald Trump se le complica un frente vital en su estrategia: el de proyectarse frente al demócrata Joe Biden como patriota y mayor adalid de las tropas, especialmente en una campaña de ley y orden en un país donde se reverencia a quienes prestan servicio militar. Algunas de sus acciones y declaraciones ya habían provocado el distanciamiento de militares y algunos votantes pero la brecha amenaza con ahondarse de forma dramática después de que el jueves The Atlantic publicara un artículo en el que cuatro fuentes desde el anonimato aseguran que Trump despreció a soldados muertos o capturados como "perdedores" y "pringados".

El presidente ha negado vehementemente y denunciado como "falsa" la información, un compendio demoledor de ejemplos de su desdén o incomprensión del servicio militar o sus sacrificios. Tanto él como la Casa Blanca, su campaña y medios conservadores aliados orquestaron inmediatamente una furiosa campaña de reacción defensiva, retratando al presidente como un luchador por los soldados y por los veteranos y desplegando fuentes alternativas que desmienten a las del artículo.

Este relata, por ejemplo, que en un viaje a Francia en 2018, por miedo a que la lluvia estropeara su peinado, Trump se negó a visitar un cementerio con caídos estadounidenses en la primera guerra mundial, a los que llamó perdedores y pringados. El texto además repasa también sus ataques a John McCain, al que públicamente tildó también de perdedor por haber sido capturado en Vietnam y al que insultó en privado cuando murió, resistiéndose a honrarle con banderas a media asta.

Asimismo, las fuentes de la revista afirman que sugirió que en desfiles militares no se incluyera a heridos o amputados diciendo que nadie quiere ver eso y relatan una conversación con el general John Kelly en el cementerio militar de Arlington donde, ante la tumba del hijo soldado fallecido del que fuera su jefe de gabinete, Trump habría dicho: No lo entiendo. ¿Qué sacaban ellos?

NEGACIONES Y CORROBORACIONES

Todo lo dsamiente el presidente, que el viernes incluso trató de negar que hubiera insultado a McCain aunque esos insultos están en videotecas y en sus propios tuits. Pero varios elementos del artículo han sido corroborados por otros medios, incluyendo por una redactora de la conservadora Fox News (que Trump ha pedido en Twitter que sea despedida).

Hasta el despliegue de toda la artillería defensiva del presidente y sus aliados demuestra su conciencia de la grave amenaza que representa para su campaña este nuevo frente, que Biden y los demócratas aprovecharon inmediatamente.

EL ATAQUE DE BIDEN

El exvicepresidente, cuyo hijo Beau sirvió en Irak, denunció airadamente a Trump, tildando los comentarios de enfermos, deplorables, antiamericanos y antipatrióticos y aseguró que no está capacitado para ser comandante en jefe. Su campaña, además, organizó llamadas de prensa con dos congresistas que son veteranos y con el padre de un soldado fallecido al que Trump ya insultó cuando era candidato. Y otros padres de militares muertos protagonizaron un anuncio donde aseguran que el presidente, que mintió para liberarse de alistarse durante la guerra de Vietnam y ha presumido de ello, no sabe lo que es el sacrificio.

El mayor riesgo para Trump es que empeore una relación con el estamento militar que ya estaba resentida, especialmente después de que amenazara en junio con desplegar al Ejército contra manifiestantes por la justicia racial y usara a mandos como atrezzo en su polémica foto frente a la Casa Blanca. Sondeos recientes, además, muestran una erosión del apoyo al republicano entre las filas del ejército. Una encuesta de agosto entre militares en activo del 'Military Times' daba a Biden cuatro puntos de ventaja.