El operador de la central nuclear de Fukushima, TEPCO, ha detectado un incremento significativo en los índices de radiación de muestras de agua de mar recogidas en uno de los pozos de observación cercano a los reactores.

Un portavoz de Tokyo Electric Power ha confirmado que los datos muestran "alta densidad de tritio y estroncio" en ese punto de observación, en el que recogieron muestras de agua de mar de la zona del puerto situado frente a la central. En concreto, en las muestras recogidas ayer en la zona del reactor 2 se detectaron hasta 830 becquereles por litro de cesio 137, el máximo en dos años en este punto, y muy por encima de los 64 becquereles por litro registrado el día precedente.

TEPCO achaca este notable incremento a la posibilidad de que unos trabajos para mejorar el pavimento en el lugar donde se produjo una fuga con alta concentración radiactiva hace dos años hayan elevado las lecturas.

En estos dos últimos años las muestras recogidas en este punto habían descendido considerablemente, con la salvedad de picos puntuales de alta radiación, detalló el portavoz.

En estos trabajos mencionados por TEPCO los técnicos de Fukushima inyectan a presión productos químicos en el suelo entre los reactores y el mar para endurecer el pavimento y evitar la fuga de agua subterránea al océano, una labor que ha podido mover la tierra contaminada y elevar los índices radiactivos del agua.

Trabajadores afectados

No obstante, la eléctrica aseguró que "continuarán observando la situación", a pesar de que no haya provocado "un cambio significativo" en otras zonas en torno a los maltrechos reactores nucleares.

Mientras, el portavoz ha confirmado que por el momento no "hay ninguna novedad" con respecto al estado de los seis trabajadores que ayer resultaron afectados por una fuga de agua contaminada proveniente de una de las tuberías del sistema de reciclaje de la central y que se produjo por un error humano.

El de ayer fue el cuarto incidente de este tipo en la central en apenas una semana, lo que ha provocado la fuerte crítica de la autoridad nuclear japonesa, que ha instado a mejorar el control y no reparar en gastos para solventar el grave problemas de las fugas radiactivas en la central.