La Policía norirlandesa ha detenido al presunto autor de varios disparos durante un enfrentamiento entre unionistas y fuerzas de seguridad en el este de Belfast por la eliminación de la bandera británica del Ayuntamiento de la ciudad.

Los agentes ha empleado cañones de agua para dispersar a los más de 100 manifestantes que se han enfrentado a los agentes con petardos, bombas de humo y ladrillos tras solicitar la restauración permanente de la bandera ante la sede de Gobierno.

Estos altercados son los primeros desde que hace un mes el Ayuntamiento de Belfast, donde los nacionalistas son mayoría, promulgaran una ley que invalidaba la centenaria tradición de ondear la bandera británica en la sede del gobierno local.

La nueva ley solo estipula el izamiento de la bandera británica 17 días al año, todos ellos días conmemorativos, como el cumpleaños de la reina Isabel II.

El ministro principal norirlandés, el unionista Peter David Robinson, ha tachado esta nueva ley de "precipitada y provocadora" y ha reclamado el fin de los disturbios. "Los responsables (de la violencia) están haciendo un flaco favor a la causa que abrazar y están alentando a los grupos disidentes que buscarían explotar toda oportunidad para avanzar en su objetivo violento", ha criticado Robinson.