La policía federal de Argentina detuvo en la madrugada de ayer, en la provincia de Tucumán (en el norte del país), al excomisario Roberto Heriberto Albornoz, alias El tuerto , otro de los responsables de crímenes de la dictadura (1976-83) requeridos por el juez Baltasar Garzón. Albornoz fue jefe de la temible Brigada de Investigaciones de Tucumán, de la que el general Antonio Bussi --uno de los hombres claves de la lista de Garzón-- fue amo y señor.

El juez federal Rodolfo Canicoba Corral ya tiene a su disposición a 43 de los 46 acusados por Garzón. Entre los tres que siguen en libertad está el capitán de fragata retirado Jorge Gastón Vildoza, al que se acusa de haber robado el hijo de una desaparecida. Los otros dos militares son el exgeneral Jorge Olivera Rovere y el exteniente coronel Antonio Arrechea. Se cree que su arresto será inminente.

LA OPORTUNIDAD

El ministro de Justicia, Gustavo Beliz, afirmó ayer que los tribunales, una de las instituciones más desprestigiadas en Argentina, "tienen ahora una oportunidad histórica". "Espero que estén a la altura", dijo.

Por otra parte, el juez Canicoba afirmó en una entrevista al diario El Mundo que el exdictador Jorge Videla "y otros militares procesados" deberán cumplir las condenas a las que se puedan enfrentar en Argentina antes de ser extraditados a España.