La policía española anunció ayer la detención, el viernes en Algeciras (Cádiz), de un francomarroquí supuestamente implicado en los atentados del 16 de mayo, en los que murieron 42 personas, cuatro de ellas españolas. Sobre el sospechoso, Abdelaziz Benyaich, pesa una orden de busca y captura internacional de Rabat.

Mientras, en Marruecos, en estricta aplicación del código antiterrorista, que castiga la publicación de informaciones sensibles, tres periodistas han sido detenidos por difundir una entrevista a un líder de la Salafiya Combatiente, a la que se atribuyen los atentados.