Unos 33 miembros de la familia del depuesto presidente Zine el Abidine Ben Alí y su esposa, Leila Trabelsi, han sido detenidos en los últimos días por distintos delitos contra el país, según ha informado la televisión tunecina, que no ha indicado los nombres ni los grados de parentesco de los implicados.

La cadena pública ha mostrado imágenes de joyas, relojes y numerosos extractos de cuentas bancarias internacionales incautadas en las detenciones de los familiares de Ben Alí, que huyó de Túnez el pasado viernes hacia Arabia Saudí tras una revuelta popular que ha durado varios días. Ben Alí gobernó el país durante 23 años.

Entre los objetos intervenidos figuran también bolígrafos capaces de disparar balas reales y numerosas piezas arqueológicas de las que los museos nacionales ya se han apresurado a reclamar su devolución.

La fiscalía ya ha comenzado una investigación por "apropiación ilegal de bienes, depósitos financieros ilegales en el extranjero y exportación ilegal de divisas" contra el presidente depuesto y su familia. En ella también se incluyen los hermanos y cuñados de Leila Trabelsi, así como sus sobrinos. La fiscalía solicita el bloqueo de movimientos financieros en Francia.

Suiza ha ordenado el bloqueo de fondos del expresidente tunecino y su entorno. En Francia, dos ONG, Transparency International y Sherpa, así como la Comisión Árabe para los derechos humanos, han denunciado a Ben Alí por "corrupción, blanqueo de dinero y recelo de abuso de bienes sociales". Según Sherpa, el expresidente tiene una propiedad en París que ella sola está valorada en 37 millones de euros. El diario Le Figaro hablaba de apartamentos en varios barrios parisinos, un chalet en la estación de esquí de Courchevel y varias villas en la Costa Azul.