La policía francesa detuvo ayer en los suburbios de Marsella a cinco adolescentes de entre 15 y 17 años sospechosos de ser los responsables del incendio de un autobús el pasado fin de semana, en el que resultó gravemente herida una estudiante de origen senegalés. La víctima, de 26 años, se encuentra en estado crítico. Así lo indicó ayer el primer ministro, Dominique de Villepin, al confirmar la detención de los culpables ante la Asamblea Nacional.

La operación policial --conducida por unos 50 funcionarios en los barrios de Marsella cercanos a la parada de autobús donde fue atacado el vehículo--, contó con la ayuda de viajeros, usuarios de la línea y gente del barrio que ya conocían a los agresores, fichados por actos violentos. La fiscalía de Marsella ha abierto un sumario por "incendio voluntario que ha provocado una mutilación o incapacidad permanente", delito que puede ser castigado con hasta 30 años de cárcel.

El fiscal Jacques Beaume considera, además, que el ataque fue una verdadera "encerrona", organizada por los jóvenes con total premeditación, ya que esperaron la llegada del vehículo y le prendieron fuego sin esperar a que los pasajeros pudieran bajar del mismo.