La policía iraquí detuvo en la madrugada de ayer, con el apoyo de fuerzas estadounidenses, a 32 seguidores del líder radical shií Moqtada al Sadr, que se habían encerrado en una mezquita en Kerbala tras los enfrentamientos de la semana pasada con otros grupos shiís. Entre los detenidos figura Jaled Jadomi, jefe de la oficina de Al Sadr en Kerbala.

En Bagdad, las fuerzas norteamericanas dispararon ayer al aire para dispersar una airada manifestación de empleados públicos. En el incidente no se produjeron víctimas. La protesta comenzó cuando, entre los funcionarios, corrió la voz de que EEUU había detenido a una empleada que se negó a un registro con perros.