La Policía ha detenido a siete personas en la provincia de Gansu, ubicada en el noroeste de China, por incitar a ciudadanos tibetanos a prenderse fuego, según ha informado este miércoles la agencia de noticias Xinhua.

Los investigadores policiales aseguran que la inmolación de Sangye Gyatso, un tibetano de 26 años de edad, ocurrida el pasado 6 de octubre en la ciudad de Hezuo, "fue planeada por miembros clave del Congreso de la Juventud Tibetana, de la camarilla del Dalai Lama".

De acuerdo con su versión, en enero de 2012 Khyi Gyatso y Gonpo Konchoghu, dos monjes budistas que forman parte del Congreso de la Juventud Tibetana se reunieron en India, junto a otros 30 monjes budistas, para celebrar una "sesión religiosa" en la que habrían planeado las ola de inmolaciones tibetanas.

Después de eso, Khyi y Gonpo habrían contactado, por teléfono y correo electrónico, con Sangye para introducirle ideas sobre la independencia de la región autónoma, instándole a "contribuir a la causa tibetana" y a "elevar su estatus y el de su familia siguiendo el patrón de las muertes heroicas".

Al parecer, en el mes de abril Gonpo entró ilegalmente en China para reunirse con Sangye, a quien prometió que difundiría en el extranjero la noticia y las imágenes de su inmolación y que solicitaría al Dalai Lama que organizara una ceremonia religiosa en su memoria desde la India.

Así, Sangye llamó por teléfono a varios monjes budistas para informarles de la fecha, la hora y el lugar en el que se prendería fuego para garantizar que había imágenes. El mismo día de su inmolación, Khyi difundió la noticia.

"Entonces, la camarilla del Dalai Lama lanzó una campaña propagandística sobre el orquestado incidente para denunciar que en China hay una crisis humanitaria y pedir la ayuda de la comunidad internacional", dice Xinhua.

En relación a este suceso, la Policía ya ha detenido a siete personas, entre ellas tres de las que presenciaron la inmolación, y ha apelado a la cooperación internacional para investigar a Gonpo.

Las autoridades chinas han recordado que planear y organizar la inmolación de otras personas es un delito grave.

En los últimos años, los tibetanos, sobre todo monjes budistas, se han prendido fuego para protestar por el dominio chino de la región autónoma. Pekín, por su parte, acusa al Dalai Lama de estar detrás de las inmolaciones.