El desenlace del 'impeachment' a Donald Trump está asegurado y el miércoles, en dos votaciones en el Senado, la mayoría republicana garantiza que se rechazarán los artículos que le han imputado abuso de poder y obstrucción al Congreso. Aun así este lunes, conforme en Iowa empezaban los caucus que dan pistoletazo de salida al año electoral, en la Cámara alta se han vivido los últimos estertores del proceso formal con la presentación de los argumentos finales de las dos partes.

Los representantes demócratas han hecho un último y a todas luces inútil esfuerzo por tratar de convencer a los republicanos de los hechos "probados", su gravedad y la necesidad de castigarlos y han cuestionado el argumento con que varios republicanos han justificado su posición: decir que deben ser los ciudadanos quienes decidan sobre Trump en las urnas el 3 de noviembre. "¿Cómo podemos saber que cada voto estará libre de injerencia extranjera, solicitada por el propio presidente?", les ha planteado Hakeem Jeffries. "Con el presidente Trump el pasado es prólogo".

El martes, sin el juez del Supremo John Roberts presidiendo la sesión, los senadores forzados por las reglas a permanecer hasta ahora en silencio en la Cámara alta podrán dar discursos y por la noche será Trump quien se dirija a todo el Congreso y el país en el discurso sobre el estado de la Unión. Aunque varias voces republicanas le han urgido a "no agitar las aguas" y concentrarse "en las cosas que pueden unir", es imposible predecir cómo abordará la cuestión.