Cientos de palestinos acudieron ayer desde primera hora de la mañana a la tumba de Yasir Arafat en la Mukata de Ramala para rendirle un último homenaje y rezar. Ramos de flores, kufiyas y ramas de olivos fueron depositados en la tumba en señal de respeto hacia el presidente fallecido.

Entre los que acudieron a dedicar su último pensamiento a Arafat estaban Mahmud Abbas, nuevo líder de la Organización para la Liberación de Palestina (OL) y Ahmed Qurei, primer ministro de la Autoridad Nacional Palestina (ANP). Ninguno de los dos pudieron efectuar el viernes sus ofrendas florales ante el caos que se desató en el multitudinario entierro del rais.

CRISTIANOS Y MUSULMANES Ante la tumba, y mientras una escasamente marcial guardia de honores desfilaba y cambiaba a sus efectivos, se presentaron desde gente de la calle hasta líderes políticos, desde musulmanes a cristianos. Hanan Ashraui se arrodilló y rezó a Dios, mientras que imanes y jeques musulmanes hacían llegar sus rezos a Alá. El consulado de España en Jerusalén depositó en la tumba una corona de flores en nombre del Gobierno y del pueblo español. En el interior de la Mukata, diplomáticos occidentales y prohombres palestinos firmaron en el libro de condolencias que permaneció en blanco durante la caótica mañana del sábado.

La peregrinación de ayer coincidió con el primer día del fin de la festividad del Ramadán, el equivalente de la Navidad para los musulmanes. Pese a los 40 días de luto decretados, se ha autorizado a los comercios a abrir unas horas sus puertas. El sábado por la noche, encapuchados de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa discutían en el centro de Ramala con tenderos a los que querían obligar a cerrar.