Diez policías resultaron anoche heridos durante una revuelta en el centro de detención de inmigrantes de Amygdaleza, en el noroeste de Atenas, del que lograron huir diez personas, informaron hoy las fuerzas de seguridad.

El incidente comenzó cuando un grupo de inmigrantes se amotinó durante el reparto de alimentos para protestar contra la ampliación de 12 a 18 meses del pazo de detención.

Según la Policía, los inmigrantes atacaron a los agentes con piedras y prendieron fuego a colchones y barracones.

Las fuerzas de seguridad no informaron si también hubo heridos entre los inmigrantes.

Los agentes no pudieron controlar la situación hasta pasada la medianoche.

Diez personas -ocho paquistaníes y dos afganos- lograron darse a la fuga, mientras que otros 14 extranjeros -once paquistaníes, dos afganos y un bangladeshí- fueron detenidos en los alrededores del centro cuando intentaban escapar, informó la Policía, que por la tarde difundió un vídeo que mostraba algunos barracones incendiados.

En declaraciones a la edición digital del diario Naftemporiki, el alcalde de la localidad de Ajarnón (donde se encuentra el centro de detención), Sotiris Duros, señaló que la rebelión se veía venir desde hace tiempo a la vista de las condiciones "insoportables" que reinan en el lugar, dado el hacinamiento y las altas temperaturas.

Duros afirmó que el ayuntamiento había advertido hace algún tiempo de que existía un grave riesgo de que se produjera algún tipo de incidente.

El principal partido de la oposición, el izquierdista Syriza recordó que las condiciones de este y otros campamentos para inmigrantes ilegales han sido criticadas repetidamente por organizaciones de defensa de los derechos humanos internacionales.

Este tipo de centros de detención "infernales" deben ser clausurados de inmediato y en su lugar se deben establecer "centros de acogida y hospitalidad, en los que estén garantizadas unas condiciones de vida dignas para los inmigrantes y refugiados", señaló Syriza en un comunicado.

El campo de Amygdaleza, inaugurado hace un año, fue el primero de una treintena de centros de detención que el Gobierno griego tiene previsto erigir para hacer frente a la llegada masiva de inmigrantes ilegales que anualmente utilizan Grecia como puerta de entrada hacia Europa occidental.

El centro consiste de varias decenas de contenedores que originalmente fueron construidos para albergar a damnificados de catástrofes naturales, como terremotos.