La prolongación de la crisis de los marinos británicos cautivos en Irán está agudizando la inquietud de sus familiares en el Reino Unido, que ayer renovaron, a través de la prensa británica, sus llamamientos en favor de una rápida liberación. Los parientes, que han comenzado a movilizarse para lograr su regreso, atacaron a Teherán por haber humillado a los marinos, mostrándolos por televisión y confesando haber penetrado en aguas territoriales iranís.

"Nathan ha tenido que aceptar lo que se le pedía para que la situación permaneciera en calma", declaró Roy Summers, el padre de Nathan Summers, de 21 años, que confesó, junto con Faye Turney, haber entrado ilegalmente en la jurisdicción iraní. "Mi hijo no habla así; habitualmente, Nathan no es un charlatán; es evidente que le han dado un guión", declaró este hombre de 50 años al tabloide The Sun .

El esposo de Faye Turney, de 26 años, la única mujer del grupo y madre de una niña de tres años, que ha escrito tres cartas admitiendo su culpa y condenando el "intervencionismo" de George Bush y Tony Blair en Irak, ha preferido mantenerse al margen de la prensa. Ha pedido que su vida privada sea protegida "en un momento especialmente difícil". No así su amiga Aileen Parry, quien deploró en el Sunday Mirror que Faye se haya convertido "en peón del juego político".