La inesperada dimisión de Alain Juppé de la presidencia de la Unión por un Movimiento Popular (UMP), en el Gobierno, abrió ayer en el partido la carrera hacia la sucesión de Jacques Chirac como presidente de la República Francesa. El exprimer ministro, condenado el pasado mes de enero a 10 años de inhabilitación para cargos públicos por un delito de financiación ilegal de su partido, decidió no esperar al fallo de la apelación contra esa sentencia, previsto para el mes de octubre.

La retirada de Juppé de un cargo considerado por la derecha francesa como el trampolín para el Elíseo pone en una situación difícil a Chirac, quien no sólo pierde a su delfín, sino que da alas a su ministro de Economía, Nicolas Sarkozy, quien no oculta sus aspiraciones a convertirse en presidente en el 2007.

RIVALIDAD CRECIENTE La rivalidad entre los dos políticos se ha visto agudizada en los últimos meses por la creciente popularidad de Sarkozy, hasta el punto de que Chirac se refirió abiertamente a ella en su discurso de la fiesta nacional francesa. "No hay diferencias entre nosotros", dijo el presidente el 14 de julio: "Yo decido y él Sarkozy ejecuta".

Así las cosas, la batalla por la dirección del partido más poderoso de la derecha francesa se anuncia feroz entre los partidarios de Chirac y los de Sarkozy. Ambos cuentan con respaldo tanto entre los militantes como entre los parlamentarios de la UMP, pero los observadores señalan que Chirac se encuentra cada vez más solo y puede tener dificultades para conseguir colocar en el cargo a un candidato afín a sus posiciones y que cuente con su confianza.

OTROS ASPIRANTES Además de Sarkozy, varios miembros del Gobierno han mostrado interés por ocupar el puesto de Juppé, como Philippe Douste-Blazy, ministro de Sanidad; Fran§ois Fillon, de Educación; y Hervé Gaymard, de Agricultura; aunque la candidatura que parece cobrar fuerza es la del primer ministro, Jean-Pierre Raffarin.

El jefe del Gobierno, fiel aliado de Chirac contra Sarkozy, no ha descartado esa opción "por la unidad" del partido, pero a nadie se le oculta que su liderazgo al frente del Ejecutivo está cada día más cuestionado dentro y fuera del partido, sobre todo tras las recientes derrotas de la UMP en las últimas elecciones (regionales, cantonales y europeas).

El ministro de Economía desvelará "de aquí al final del verano" si se presenta como candidato a la sucesión de Juppé, aunque Chirac ya ha advertido que "si un ministro se alza con el liderazgo del partido", en el congreso especial del 28 de noviembre, "dimitirá inmediatamente o yo pondré fin a sus funciones". En la carta de despedida a los militantes del partido, Juppé dice que se dedicará a preparar el juicio de apelación.