La crisis derivada de la tragedia ocurrida el fin de semana en una discoteca de Buenos Aires obligó ayer a renunciar a la jefa de inspectores de la ciudad. Fabiana Fiszbin suspendió sus vacaciones en Brasil y apenas aterrizó presentó su dimisión, siguiendo el camino que había emprendido un día antes el secretario de Justicia y Seguridad Urbana. Entretanto, una niña de 11 años falleció tras permanecer 3 días en cuidados intensivos y elevó a 183 los muertos por el incendio.

Según las últimas informaciones, aún quedan 246 heridos en los hospitales, 117 de ellos en estado crítico. En una ciudad que no supera aún la sensación de espanto, el fiscal Juan Manuel Sansone, que trata de esclarecer cómo se desató el infierno en la discoteca durante un concierto de rock, dio a conocer ayer sus primeras conclusiones.