El presidente del Fondo de Desarrollo de Propiedades de la República Helénica (TAIPED), la agencia encargada de las privatizaciones exigidas por la troika a Grecia, presentó su dimisión a petición del Gobierno tras descubrirse que usó el avión privado de uno de los beneficiados por las privatizaciones.

La dimisión llega después de que, durante el fin de semana, el diario heleno "Proto Thema" publicase un artículo en el que aseguraba que el presidente de TAIPED, Stelios Stavridis, había utilizado el avión privado de un empresario griego, el magnate armador Dimitris Melissanidis, para desplazarse a su residencia de vacaciones.

Melissanidis es uno de los socios del consorcio checo-heleno Emma-Delta que recientemente adquirió el 33 % del monopolio de apuestas y loterías del Estado (OPAP).

Citado por "Proto Thema", Stavridis explicó que para desplazarse a su residencia de vacaciones en la isla griega de Kefalonia habría tenido que tomar un avión a las 05.20 de la mañana y para evitarle el madrugón "Melissanidis, que iba a viajar a Francia, se ofreció" a llevarle.

"Fue tan amable de dejarme en Kefalonia, donde el avión repostó, y así yo gané un día (de vacaciones)", afirmó.

Tras conocerse la noticia, el Ministerio de Finanzas exigió la dimisión del jefe de la agencia privatizadora, según explica un comunicado del propio ministerio.

"La mujer del César no sólo debe ser honesta, sino también parecerlo", afirmó hoy en los micrófonos de la cadena ANT1 el ministro del Interior, Yannis Mijelakis, para defender la dimisión del jefe de TAIPED.

El principal partido de la oposición, el izquierdista Syriza, no se conforma con la renuncia de Stavridis y ha pedido que se congele la venta de OPAP.

"No es suficiente la salida inmediata de Stavridis. (...) Después de la divulgación de las relaciones privilegiadas del señor Melissanidis, hay que congelar la venta del 33 % de las acciones de OPAP", demandó Dimitris Papadimulis, portavoz de Syriza, en su cuenta de Twitter.

Stavridis es el segundo presidente de TAIPED en abandonar el puesto en menos de seis meses, pues su predecesor, Takis Athanasópulos, tuvo que dimitir tras ser encausado por la Fiscalía por actuación negligente en su anterior puesto como director de la compañía pública de electricidad.

La troika había establecido como objetivo para este año que el Estado griego ingresara 2.600 millones de euros por la venta de entidades públicas, pero Atenas fracasó en la venta de una de las joyas de la corona, la empresa gasística Depa a la rusa Gazprom, por lo que los acreedores internacionales han reducido el objetivo a los 1.600 millones de euros.

En cambio, esos mil millones no recaudados este año deberán lograrse el próximo, durante el cual Grecia deberá vender propiedades públicas por valor de 3.500 millones de euros.

Otra muestra del retraso del programa de privatizaciones es que si, tras la firma del primer rescate financiero en 2010 se estableció un objetivo de ingresos de 50.000 millones hasta 2015, luego se redujo a 19.000 millones y ahora es de 10.700, además de haberse alargado el plazo hasta 2016.